Bienvenido de nuevo, queridos lectores!

Hoy continuamos con un artículo de salud que a muchos os interesa bastante. La verdad es que cualquier tema que tenga que ver con enfermedades y cómo curarlas nos debería importar a todos, verdad?

Nadie está libre de sufrir una afección o problema de salud, por simple que sea y siempre es bueno tener información abundante y de confianza para poder saber rápidamente como actuar o simplemente saber prácticamente al momento si debemos preocuparnos mucho o poco al detectar algunos síntomas.

La verdad que no deja de ser sorprendente la cantidad de personas que llegan a urgencias con patologías realmente absurdas o sin importancia, hecho que provoca una saturación de los servicios médicos y que ralentiza enormemente la atención de pacientes que si necesitan la atención urgente de un sanitario o de un médico especializado.

A modo ilustrativo y casi cómico voy a haceros una pequeña lista de los motivos más ocurrentes que han llegado a alguna sala de espera de urgencias, contadas por los propios servicios médicos a modo de anécdota.

En un centro de salud de urgencias llegó una persona que pensaba que estaba al borde de la muerte, ya que había detectado un color rojizo en las heces y además éstas presentaban un color muy negro y tuvo gran dificultad para expulsarlas. Una vez analizado el caso, resultó que este hombre había cenado arroz en tinta de chipirones, lo que explicaba el color negro y padecía un problema de hemorroides externas que si era bastante importante, pero nada de sangrados intestinales que fueran a hacer peligrar su vida ni nada por el estilo. Por tanto el alivio del paciente debió de ser mayúsculo, pero eso sí tendrá que tratarse las hemorroides con rapidez!.
En otro hospital de urgencias de la región de Aragón, se presentó una mujer joven, diciendo que no podía andar, porque le dolía muchísimo la planta del pié y que como había pasado el día en el campo, seguro que le había mordido algún “bicho” o se había clavado algo quedándose en el interior del pié, por lo que pedía que le abriesen el pié y le sacasen lo que fuese que estaba dentro. Tras hacerle varias radiografías y palpaciones, los médicos determinaron que no era necesario ni operar, ni hacer nada, simplemente le dijeron que pidiese cita con su podólogo para tratarle el callo que le había salido en el pié... La chica perpleja abandonó algo sonrojada el hospital...

Cómo veis, si acudimos al hospital por motivos que no son urgentes de verdad, podemos hasta salir algo avergonzados, jeje. Lo ideal sería tratar de acudir siempre primero a nuestro médico de cabecera, para valorar realmente la gravedad de nuestro problema, increíble verdad??

Sigue leyendo cosas curiosas en mi blog!

increíbles historias en las urgencias de los hospitales...

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